domingo, 9 de diciembre de 2007

El estilo Barroco









El Barroco


Tradicionalmente se denomina "Barroco" al período de transcurre desde el siglo XVII al XVIII. La especial actitud estilista que caracteriza al arte barroco alcanzó su momento de madures en Italia hacia 1630 y se desarrolló en los cuarenta años siguientes. A partir de ese momento se difundió por todas las naciones de Europa.
El arte barroco jugó un papel importante en los conflictos religiosos de este periodo. Frente a la tendencia protestante a construir los edificios para el culto de una manera sobria y sin decoración, la iglesia católica usó para sus fines litúrgicos la grandiosidad y la complejidad barrocas. El papado reaccionó contra la división que provocó la reforma iniciada por Lutero generando el movimiento que se conoció como la Contrarreforma. La arquitectura, la escultura y la pintura fueron utilizadas para el prestigio de la autoridad papal e ilustrar las verdades de la fe. En este sentido se puede afirmar que el barroco es la expresión estética de la Contrarreforma.

La monarquía utilizó la magnificencia de este arte para poder hacer propagandas que los beneficiasen, ya sea en el arte o en la sociedad.

La burguesía de la época, que había logrado obtener un papel muy notable, utilizó el Barroco para expresar sus ideas y trascender más allá de su época.

En la arquitectura se dan las superficies onduladas, las plantas elípticas y las trabazones interrumpidas, acompañadas de una exageración de la monumentalidad. La arquitectura barroca española influyó activamente en América del Sur y contó entre sus principales figuras representativas a José de Churriguera (retablo de San Esteban de Salamanca), a José de Ribera y a arquitectos del s. XVIII como Hipólito Rovira, Casas Novoa y Leonardo de Figueroa. Entre sus manifestaciones se destacan la basílica de Guadalupe, la fachada del Sagrario de la catedral, la capilla del Pocito y las iglesias poblanas, en México, y en el Perú una arquitectura en la que se entremezclan el empleo de la columna salomónica con el de la hojarasca decorativa indígena.

En la escultura cobra papel decorativo en la composición general, y en las grandes pinturas murales viene a corroborar el gusto por la teatralidad, que asimismo reflejan los fondos de los retratos y los grandes altares de las iglesias, con su complicada estructura y dramática vivacidad. Se destacan el movimiento y el dinamismo; las imágenes muestran pasiones violentas, lentas y exaltadas. La valorización de aquellos motivos heroicos de la cultura renacentista injertos en la Contrarreforma y la pintura del Greco y de Caravaggio introdujeron nuevos contenidos religiosos y morales y contribuyeron a una radical renovación de la expresión figurativa. El fortalecimiento de la Iglesia católica trajo consigo una vigorosa reanudación de motivos estrictamente renacentistas, y al mismo tiempo en la pintura se abría paso un eclecticismo académico y el creciente interés por la decoración. En este eclecticismo y naturalismo, de tipo decorativo, tienen su origen las alegorías de los cuadros devotos (la calavera, el éxtasis celestial, la mirada en rapto doloroso o apasionado), con su estabilización de la iconografía sacra, y, paralelamente, el cultivo de una serie de temas de devoción y de ilustraciones de la verdad de la fe y de los sacramentos, fruto de una gran demanda por parte de la Iglesia. La expresividad de las figuras representadas y el intenso claroscuro son unas de las características más importantes de este período en la pintura.

En resumen, el Barroco se caracteriza por la acumulación de formas y excesos de superposición de elementos ornamentales y en el cual aparecen columnas retorcidas y pilastras que no sostienen nada, arquitrabes y muros que se doblan y retuercen, figuras en los cuadros iluminados de forma antinatural y esculturas que buscan efectos ilusionistas. Responde a una mentalidad cada vez más homogénea, que adoptó sin embrago en los diversos países formas diferentes. Se puede decir que el barroco es un estilo comprensible para todos que se manifiesta con dos ideas contrapuestas: a) el barroco lujoso y cortesano, teatral y católico y b)el barroco burgués destinado a representar la vida real, cotidiana y que abarca al protestantismo.

En la segunda mitad del XVII se desarrolló en el norte de Europa un estilo clásico diferente, conocido como neoclasicismo.
Características del barroco en Italia

El fenómeno espiritual que cristalizó en Italia las nuevas concepciones artísticas fue la contrarreforma; de ahí que precisamente la ciudad de los papas constituyera la sede de un trabajo de remodelación basado esencialmente en la exaltación temática religiosa, una de las líneas maestras de la arquitectura barroca tanto en sus inicios en Roma como en posteriores etapas de plenitud en todo occidente. De acuerdo con las ordenes del papado proliferó la obra de numerosos arquitectos urbanistas: junto al las edificaciones de los tres grandes nombres del período mayor del florecimiento barroco, Piero de Cortona, Bernini y Borrominni entre otros.

El proyecto de reforma emanado por la autoridad papal respondió a una necesidad político-religiosa: volver a conferir importancias a las grandes basílicas romanas y enlazarlas entre sí por medio de calles que facilitasen sus visitas a los peregrinos. Pero también fue respuesta una situación económica y social ya que siendo Roma aún una ciudad amurallada, su población crecía más y más.

Las bellas fuentes que caracterizaban a roma fueron construidas durante el siglo XVI. Una de las más famosas es la fuente de Trevi realizada por Niccolo Salvi.

Los recursos de urbanización y ornamentación fueron aplicados en las villas de los Papas y Cardenales en cuyos jardines se alternaban bosques y praderas pobladas de ruinas, estatuas y fuentes.

Los dos arquitectos por excelencia fueron Bernini y Borromini.

Gian Lorenzo Bernini, nacido en el año 1598 y muerto en el 1680 fue escultor, arquitecto y pintor. Fue, con Borromini, el artista más representativo del barroco romano del s. XVII. En su carrera influyó decisivamente la protección que le prestaron los papas Urbano VIII (1623-24) y Alejandro VII (1655-57). Imprimió efectos escenográficos a sus obras de arquitectura, combinando en ellas la proporción y la perspectiva: baldaquino de la basílica de San Pedro (1624), columnata de San Pedro (1657-67), etc. Su escultura se caracteriza por un extraordinario sentido del movimiento, expresividad y penetración psicológica: Dafne (1622, Galería Borghese) y, sobre todo, Santa Teresa y el Ángel (1644-47). También fue obra de Bernini la escalera regia del Vaticano que conduce a los pisos superiores del palacio, las Iglesias de San Andrés y el Sudario. Quizá su obra mayor fue la urbanización externa de la Plaza de San Pedro, en donde los brazos del pórtico representan, los brazos de la Iglesia extendidos hacia la cristiandad.

Francesco Borromini, nacido en el 1599 y muerto en 1667. Fue un arquitecto e inició su carrera en Roma, con Maderna, como dibujante y escultor. Después trabajó con Bernini pero fue más audaz y revolucionario que éste. Casi todas sus obras son encargos de órdenes religiosas. La columnata del palacio Spada (1632) fue su primera obra arquitectónica. Siguen las iglesias delle Quattro Fontane, Santa Inés y San Ivo alla Sapienza. Sus planos son un alarde de penetraciones fantásticas de unos elementos con otros, acentuando su dinamismo vertical y horizontal. Tuvo gran influencia en la Europa del s. XVII.

En cuanto al resto de Italia fue en Nápoles y en Sicilia donde el barroco fue aceptado con entusiasmo donde la arquitectura fue libre y se descubrió con una fastuosa y pintoresca. En Florencia el Palacio de Pitti con techos barrocos; en Venecia se levanta la torre de Santa María de Saludi. En el norte, Turín es una ciudad barroca donde son característicos el Palacio real de Carignano, el panteón real y el castillo Stupigni.


Características del barroco en Francia

En Francia surge una generación de grandes pintores, influidos por la pintura italiana pero dotados de gran personalidad, y cuyo arte está orientado hacia la realidad del mundo y se satisface con la representación de escenas familiares (Le Nain, Philippe de Champaigne, Georges de la Tour). El único que escapa a esta regla es Claude Lorrain, inspirado por el clasicismo pagano italiano.

Algunos edificios característicos del arte francés fueron los bellos palacios, de los cuales el más imponente es el de la residencia que Luis XIII hizo construir en Versalles, originariamente una pequeña construcción de ladrillos que Luis XIV hizo embellecer y ampliar. Así alrededor del patio central primitivo, Le Vau añadió dos alas que llegaban hasta el jardín y entre las que quedaba una gran terraza. En ese espacio Manzart construyó una galería que luego se convirtió en el salón de los espejos. Por último los jardines fueron decorados por Lenotre que dispuso una serie de escalinatas que descienden del palacio al jardín.



La moda en las cortes barrocas italianas

En los últimos tiempos surgieron en las principales capitales del mundo museos dedicados a la vestimenta y la moda. La pintura y la escultura, desde sus orígenes, registraron las transformaciones del traje. Reconstruir a partir de esas representaciones plásticas, más el agregado de documentación escrita y textos literarios, los vestidos originales supuso una paciente tarea. Sólo algunos casos aislados o fragmentos de un pasado subsistieron. Reconstruir las telas costosas de antaño (sedas, brocatos, terciopelos, encajes, hilos de oro y plata, joyas) y encontrar los artesanos capaces para realizar los trabajos, juntamente con historiadores y diseñadores, no fue fácil. Lo demostró Soledad Capurro en el Centro Cultural de España en su excelente sintética visión de la moda en Uruguay.

Fiesta en la Corte (Museo de Artes Decorativas, palacio Taranco) es otra exposición fuera de lo común. Sucesora de la anterior, Esplendor del Renacimiento, está referida a uno de los períodos más renovadores del arte, extendido hacia todos los lenguajes, con predominio del teatro, la ópera, las artes visuales y derivadas en una concepción fuertemente unitaria. La vida diaria (en los ámbitos cortesanos, claro está) se modificó sustancialmente durante el siglo XVII, con la teatralidad en los gestos, las grandiosas escenografías y los pasos de danza. Un vendaval de vitalidad recorrió las cortes europeas, más fuerte que las guerras y las pestes, agitando a las personas, la arquitectura, las representaciones pictóricas y escultóricas, con pliegues interminables en los tejidos y la piedra, por momentos surcados de erotismo.

Italia acogió el barroco con intensidad. Y uno de los aspectos más atractivos para entender la cultura epocal fueron las fiestas cortesanas y los desfiles espectaculares. En esos rituales aristocráticos, a los cuales pertenecieron los mayores artistas, se filtró el gusto y la sensibilidad de una sociedad. Partiendo de Carrusel en honor de Cristina de Suecia, cuadro de Filippo Gagliardi y Filippo Lauri, un equipo de especialistas reconstruyó los suntuosos trajes cortesanos con rigor minucioso en el diseño, texturas y colores. El asombro se instaló en el palacio Taranco: caballeros y caballos ricamente vestidos y enjaezados con tocados de plumas enormes, un vestido femenino con gorguera y una cola de ocho metros de largo, el baldaquín que llevan los nobles, todos de blanco, las mujeres de alegorías teatrales, trajes de príncipes y princesas, trajes de cardenales y obispos (los únicos que subsisten, aproximadamente, hasta hoy con parecido lujo en las ceremonias religiosas) son objetos hermosísimos de una artesanía llevada a su máximo poder expresivo.

Sin embargo, el palacio Taranco no es el mejor lugar para la exhibición. A excepción de la sala principal, las demás son demasiado pequeñas para obras que reclaman amplios espacios para ser estimadas en el contexto adecuado. El museo del parque Rodó era el más adecuado. Tampoco el catálogo, con excelentes reproducciones, es satisfactorio en el diseño gráfico lejos del refinamiento barroco y los textos descriptivos, de corto aliento conceptual, no están a la altura de la extraordinaria muestra.

El movimiento de arte y arquitectura Barroco estuvo presente en todos los países de Europa. Unos antes, otros después, adoptaron este estilo que tuvo gran repercusión en la vida de occidente. El nombre Barroco proviene de Italia y se caracteriza principalmente por su decoración elaborada y al mismo tiempo recargada. En el ámbito religioso se manifestó en toda la arquitectura de iglesias y catedrales.


Mobiliario Estilo Barroco (1580-1680)







El movimiento de arte y arquitectura Barroco estuvo presente en todos los países de Europa. Unos antes, otros después, adoptaron este estilo que tuvo gran repercusión en la vida de occidente. El nombre Barroco proviene de Italia y se caracteriza principalmente por su decoración elaborada y al mismo tiempo recargada. En el ámbito religioso se manifestó en toda la arquitectura de iglesias y catedrales.




El S.XVII se caracteriza por una crisis general de Europa: empobrecimiento, hambre, miseria, peste, caza de brujas y conflictividad politica, social y religiosa, acentuda ademas en España por el hostigamiento y perdidas de colonias americanas, la expulsión de los moriscos y el posterior pirateo de estos al levante español, las guerras politicas,etc.y frente a esto cabe destacar la brillantez y la espectacularidad del arte barroco que nace como expresión artistico-propagandistica de la monarquia impulsada tanto por autoridades civiles como eclesiasticas.










El Conde-Duque de Olivares levanta el palacio del buen retiro, se construye con gran rapidez y con materiales sencillos con un resultado arquitectónico no muy rico, que constrata con los interiores del palacio, se realiza gran cantidad de tapices, colgaduras, “bufetes de jaspe” y escritorios magnificos, el mas rico es el que regala la Junta de Obras y Bosques, de ébano, marfil, columnillas de cristal y figuras de plata y oro, valorado en torno a los 30.000 ducados de la época, la misma cama del Rey obra del platero Jorge de Quevedo, con cuatro grandes columnas y veinte pequeñas, solo alcanza 2500 ducados. Hoy dia la idea que nos hemos hecho de los muebles conservados, nos hace creer que eran de una rusticidad generalizada, nada mas lejos de la realidad, la causa de que estos muebles suntuosos no haya llegado hasta nosotros era que en cualquier momento se podían volver a fundir, como sucedió en toda Europa.



Jardines Barrocos


El Barroco nace en el siglo XVII como expresión estética de la imagen del hombre moderno en su búsqueda de una nueva filosofía de la vida y a favor de nuevas invenciones mecánicas y de nuevos moldes sociales y políticos. Críticos, historiadores y teóricos del arte han ido definiendo los elementos y categorías barrocas más esenciales. William Fleming1 considera como preocupación prioritaria del artista del Barroco la interpretación del movimiento, dinámica espacial que lleva implícito el fluir del tiempo.


En este contexto, el jardín --unificador sustancial de todas las artes,escenario en el que se superponen Belleza y Naturaleza, Arte y Artificio-- se convierte en la expresión típica del espíritu barroco, como ya determinara Watkin en Catholic Art and Culture; es el teatro en el que se funde el mundo real y el ficticio: amplia escena concebida en apertura y movimiento, motivo y espacio que integra el sentir y el pensamiento de este período histórico. A su vez el jardín fue también, en el Barroco, centro de atención de filósofos y ensayistas que convirtieron este arte en disciplina teórica, concediendo un valor autónomo a los escritos de jardinería antes limitada a una pequeña parte de los textos sobre agricultura o sobre arquitectura. En la frontera entre los siglos XVI y XVII, Francis Bacon reclamaba un reconocimiento de este arte en su ensayo Sobre jardines, elevándolo ya a la categoría de género independiente.


El Rococo


El Rococó es un movimiento artístico nacido en Francia, que se desarrolla de forma progresiva entre los años 1730 y 1760.
El Rococó se define por el gusto por los colores luminosos, suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la naturaleza, en la mitología, en la belleza de los cuerpos desnudos, en el arte oriental y especialmente en los temas galantes y amorosos. Es un arte básicamente mundano, sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y de las relaciones humanas. Es un estilo que busca reflejar lo que es agradable, refinado, exótico y sensual.













































1 comentario:

Unknown dijo...

Nota: Para observar las imagenes tienen que darle clik al link entrada mas reciente al final del texto, Gracias.La Gerencia